A las 5.30 de la mañana de ayer, cuando aún no despertaba el alba, cientos de benidormenses aguardaban con Fe y emoción a que se abrieran las puertas de la iglesia de San Jaume para poder portar a su patrona, la Mare de Deu del Sofratge, por las calles del casco antiguo hasta sus tres playas urbanas en el día en que se conmemoraba el 274 aniversario de su hallazgo.
El acto empezó con los fieles cantando a su protectora para pedir su presencia, acompañados de la xirimita y el tabalet que marcaron el paso de la procesión. Antes de ésta, un bombardeo aéreo marcó la apertura de puertas del templo con la patrona saliendo en brazos del alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, y las reinas Mayor e Infantil de las Fiestas Mayores Patronales 2013, Nerea Cerezo y Patricia Solaz.
Los tres llevaron a la Virgen desde la iglesia hasta el mirador de la plaza, donde todos juntos rezaron junto al párroco. Después tomaron a la virgen la concejal de Fiestas, Cristina Escoda, y el presidente de la Comisión de Fiestas, Vicente Solaz, para después dejar paso a que lo hicieran las decenas de personas que quisieron pasar en procesión sosteniendo a la virgen en su recorrido (custodiada ésta en todo momento por un miembro de la Comisión).
Los tres llevaron a la Virgen desde la iglesia hasta el mirador de la plaza, donde todos juntos rezaron junto al párroco. Después tomaron a la virgen la concejal de Fiestas, Cristina Escoda, y el presidente de la Comisión de Fiestas, Vicente Solaz, para después dejar paso a que lo hicieran las decenas de personas que quisieron pasar en procesión sosteniendo a la virgen en su recorrido (custodiada ésta en todo momento por un miembro de la Comisión).
De la Punta del Canfali tomaron rumbo al viejo ayuntamiento del Torrejò por las calles el casco antiguo, parando frente a las aguas de la playa de Levante, donde se rezó y cantó de nuevo a la patrona. Después, la comitiva subió por la plaza del Calpi hasta el Paseo de la Carretera para llegar al parque de Elche. Allí se mostró a la Virgen la playa de Poniente, lugar donde cada año tiene lugar la escenificación de su hallazgo por miembros de la Asociación Cultural La Barqueta.
Del parque se continuó, como es tradición, hasta la playa del Mal Pas, donde como anécdota en este año la presencia de una furgoneta de limpieza de playas no gustó a algunos presentes por estar justo aparcada donde habitualmente se para a rezar y cantar a la Virgen del Sufragio.
De regreso a la iglesia, se recitó un verso y se dio comienzo al oficio religioso mientras algunos mayorales preparaban en la plaza cocas y chocolate caliente para ofrecer un desayuno a los madrugadores devotos.
De regreso a la iglesia, se recitó un verso y se dio comienzo al oficio religioso mientras algunos mayorales preparaban en la plaza cocas y chocolate caliente para ofrecer un desayuno a los madrugadores devotos.
El hallazgo
Aunque ayer Benidorm celebraba el hallazgo de su patrona, su representación tiene lugar en noviembre durante las fiestas patronales. El acto histórico en el que se basa está narrado en el libro del historiador local Pere María Orts. Éste indicaba que fue al alba de un 16 de marzo cuando los habitantes de la villa divisaron un «llondró» a la deriva frente a la costa y, como no sabían lo que portaba y temerosos de que sus dueños hubieran perecido por la peste, decidieron prenderle fuego. Días después, unos niños encontraron los restos quemados de la barca en la playa y fue entonces cuando, entre sus cenizas, dieron la imagen de una virgen. El hecho fue interpretado como un milagro y desde ese momento la población de Benidorm decidió hacer patrona aquella imagen llamándola Virgen el Sufragio.
Aunque ayer Benidorm celebraba el hallazgo de su patrona, su representación tiene lugar en noviembre durante las fiestas patronales. El acto histórico en el que se basa está narrado en el libro del historiador local Pere María Orts. Éste indicaba que fue al alba de un 16 de marzo cuando los habitantes de la villa divisaron un «llondró» a la deriva frente a la costa y, como no sabían lo que portaba y temerosos de que sus dueños hubieran perecido por la peste, decidieron prenderle fuego. Días después, unos niños encontraron los restos quemados de la barca en la playa y fue entonces cuando, entre sus cenizas, dieron la imagen de una virgen. El hecho fue interpretado como un milagro y desde ese momento la población de Benidorm decidió hacer patrona aquella imagen llamándola Virgen el Sufragio.
Fuente: diarioinformacion.com
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