Lo que en política se cuenta en un corrillo informal y fuera de micrófono, casi siempre, se acaba convirtiendo en una realidad que poco a poco acaba tomando forma. Durante la visita a Alicante del máximo responsable de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y ante el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, apuntó que Gema Amor, exdirigente del PP y ahora primera teniente de alcalde de Benidorm como edil liberal pero gracias a un pacto con los socialistas, volverá «en breve» a la disciplina de los populares, la que fue su casa hasta que se enfrentó con la dirección que entonces lideraba Francisco Camps antes de los comicios autonómicos y municiparales de 2011.
Gema Amor acudió ayer a una convocatoria en la Casa del Mediterráneo como alcaldesa en funciones ante la ausencia de su socio, el socialista Agustín Navarro. Durante el acto se formó un corrillo en el que, entre otros, estaban el ministro Margallo, el propio Durao Barroso, el presidente Alberto Fabra o Sonia Alegría, la edil alicantina del PP. En el tono amable, cercano y un punto campechano que caracteriza al titular de Asuntos Exteriores, Margallo se arrancó a presentar a Gema Amor, que ejercía como primera autoridad de la villa turística, a Durao y ante la mirada de Fabra. «Es una hermana separada de nuestro partido», apuntó el ministro sobre la situación de la primera teniente de alcalde benidormense pero, a continuación, acabó por rematar la jugada. «Pero en breve, muy en breve, volverá a nuestras filas», señaló García Margallo de acuerdo con la versión que ofrecieron las fuentes consultadas.
Nadie replicó a las palabras del ministro. Gema Amor, como se recordará, se marchó del PP semanas antes de los comicios locales de 2011 para encabezar una candidatura liberal después de la que la cúpula regional de la formación descartara su candidatura a la Alcaldía de Benidorm. Con las siglas del Centro Democrático Liberal, Amor consiguió tres concejales en esos comicios y se convirtió en la llave de la gobernabilidad que, finalmente, entregó al socialista Agustín Navarro para que mantuviera la vara de mando. Ahora, sin embargo, en las últimas semanas, todo apunta a la posibilidad de que Gema Amor pueda volver al PP, con unas siglas deterioradas y un liderazgo debilitado pero necesitado de recuperar fuerzas para afrontar con opciones los comicios autonómicos de 2015.
De alguna manera, la intervención de Margallo, con mucha influencia sobre Rajoy en decisiones sobre la Comunidad Valenciana, entronca con la operación que abrió hace unas semanas el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, cuando citó a Gema Amor y al líder provincial del PP, José Císcar, a una comida en el Palau de la Generalitat para sondear su vuelta al redil popular. Fabra está convencido que la única manera que tiene para intentar remontar posiciones de cara a la cita de dentro de un año es recomponer las piezas que se perdieron por el camino en la cita de 2011.
Fuente: diarioinformacion.com
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