En Holanda, al igual que en España, también están sufriendo la política de los recortes. El Ministerio de Asuntos Exteriores de este país ha decidido meter la tijera a sus gastos en un 20%, lo que le ha llevado a optar por cerrar varias embajadas y consulados por todo el mundo. Entre ellos, el de La Nucía. Esta decisión ha indignado al cónsul de la Marina Baixa, Erick Duriex, al Ayuntamiento y a buena parte de la comunidad holandesa en esta autonomía, que acudía a realizar todo tipo de gestiones en la oficina nuciera.
En total, según el propio Duriex, dan servicio a los 120.000 holandeses que residen en la Comunidad Valenciana. «De todos ellos, la mitad se encuentran en la provincia, y se reparten, sobre todo, alrededor de Benidorm, de Torrevieja y de Dénia. Sólo en La Nucía hay más de 1.400 empadronados, aunque se calcula que viven 2.500 durante todo el año», explica este cónsul honorario.
El concejal de Residentes Extranjeros de esta localidad, Bart Gommans, sostiene que desde el Ayuntamiento remitió un escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores de Países Bajos en el que se apuntaba la importancia que tiene este consulado en La Nucía. No obstante, la respuesta del gobierno de este país sigue siendo que el próximo 1 de septiembre echan la persiana en estas instalaciones, por lo que, entre otras cosas, ningún residente puede solicitar ya cita para realizar gestiones.
«Les hemos argumentado que en este centro se realizan más gestiones que, por ejemplo, en el consulado de Barcelona. Es el que más volumen de trabajo tiene de toda España, por la importante comunidad holandesa que vive en nuestra provincia. El problema es que muchos de ellos no se empadronan y que el ejecutivo central de Holanda no cuenta siempre con los datos reales. Sin embargo, ni especificándoselo nosotros hemos conseguido que desistan en su empeño de cerrar tanto éste como el resto de los que hay en nuestro país», argumenta a este diario el propio alcalde de La Nucía, Bernabé Cano.
El edil de Extranjeros no entiende al equipo de gobierno actual del país del que él también proviene. «Les cedimos gratis estas instalaciones en 2007. Por lo tanto, el gasto que generan aquí es mínimo, ya que Erick es cónsul honorario y, por lo tanto, no cobra. Sólo hay que pagar el sueldo de dos trabajadores, y con el dinero que saca el consulado sólo con el número de pasaportes que expide, ya es más que rentable», reseña el concejal.
Para Gommans el problema que se van a encontrar todos estos holandeses que viven en la Comunidad es que ahora, para realizar cualquier gestión, tendrán que desplazarse a la embajada deMadrid.
Asimismo, dos holandeses residentes en la Marina Baixa recogieron más de 5.000 firmas, entre la comunidad que vive en su comarca, para paralizar dicho cierre. Jaap van Kluyven, uno de ellos, afirma que enviaron un escrito a la oposición de su gobierno con todos estos apoyos y con diferentes datos para que realizaran varias preguntas en el Congreso sobre este tema. «Nuestro objetivo es frenar la actuación del ministro de Asuntos Exteriores, que no nos parece adecuada. La intención es protestar desde aquí pero que se nos escuche allí bien fuerte», añade.
De hecho, el caso, en Holanda, ya empieza a tener bastante eco. Un canal de televisión holandés estuvo la semana pasada haciendo un reportaje en La Nucía sobre el tema. Asimismo, el número dos de la embajada de Países Bajos en España se reunió ayer con Bernabé Cano, aunque, según fuentes municipales, no se tocó este asunto, ya que se trataba más de una visita de cortesía.
Fuente: diarioinformacion.com
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