miércoles, 21 de enero de 2015

Vox, la alternativa de la derecha

De vez en cuando uno se pasa de listo y cree haberlo visto todo, pero lo cierto es que en España siempre nos queda algo por ver. Normalmente suele ser una decepción o un hecho del cual avergonzarse, pero en casos como este, no queda otra que sonreír por la dicha. Desde que tengo uso de razón, he abogado por una ruptura inmediata del bipartidismo establecido a día de hoy. Muchos han sido los valientes que han querido quebrar el sistema jugando con las cartas del propio régimen. Rosa Díez, Albert Rivera e incluso Pablo Iglesias han roto con los ideales instaurados y, han comenzado a realizar políticas con y para ciudadanos, haciendo una total antítesis a las políticas actuales, tanto del PP como del PSOE, y fundando así, sus propios partidos, cada cuál con su modelo e ideología diferente, pero con un enemigo en común. El bipartidismo.

A este carro de adversarios de la vieja política, se ha sumado la pieza que faltaba en este rompecabezas tan poco usual. Tanto UPyD como C´s representan a la ciudadanía más moderada, con cierta tendencia a la izquierda o a la derecha en diversos casos, sobretodo el de la posición conservadora en el partido de Rivera. Por otro lado, los más jacobinos apoyan a Podemos y a su ideología radical, acaparando la gran masa de votos de la extrema izquierda. Y por fin, a día de hoy, la derecha pura puede presumir de que, su voto, puede acabar en otra formación política de idéntica ideología, pero con caras nuevas, ideas sobresalientes y un discurso cercano, apelando a los sentimientos patrios y familiares. Hablo del partido político fundado hará un año por Santiago Abascal junto a José Antonio Ortega Lara, entre otros, y que, día a día, sigue ganando más adeptos. Sus ideas sobre la unidad de la nación, la defensa sobre la libertad del individuo, la consolidación del Estado de Derecho o su posicionamiento antiabortista, defendido plenamente el derecho a la vida, cuaja entre los votantes más conservadores y de centro derecha que, desamparados por el resto de partidos minoritarios de dicha doctrina debido a la falta capacidad y fuerza de ellos, obligaban al ciudadano a votar en blanco como promulgaba el PP en los medios de comunicación semanas atrás, o bien, a volver a caer en la trampa bipartidista y nuevamente otorgar en las urnas la papeleta del Partido Popular.

Ahora la situación política cambia con la entrada de Vox en escena. Aún así, les queda mucho trabajo por hacer. Sobretodo de marketing. Y aquí es donde la formación de Abascal se va a encontrar con la mayor parte de contratiempos. En primera instancia, al ser un partido de la ideología conservadora; lamentablemente, la aparición en los medios de comunicación con mayor audiencia se va a ver tambaleada ya solo por el mero hecho de la tendencia política que rodea a Vox, ya que el gran monopolio televisivo se rige por el ideario de la izquierda, y claro ejemplo es la pasmosa participación de Podemos día sí y día también en tertulias, telediarios y debates televisivos. Además, normalmente el votante de derechas, en su amplía mayoría, desconoce la funcionalidad y la importancia de las redes sociales en la política, así que, a pesar del reforzamiento de Vox en ella, la dificultad de llegar al prototipo de votante será cuánto menos, una ardua tarea. Aún así; con el paso del tiempo, el boca a boca y con el trabajo del partido político, se abrirá la puerta o, si es necesario, la ventana, para llegar hasta la ciudadanía.

Pero, independientemente del futuro de Vox, la noticia en si es magnífica. Solo faltaba en esta carrera hacia las urnas un partido plenamente de derechas con capacidad, vigor y valentía para desbancar al Partido Popular de lleno. Y dicha alternativa, ha llegado.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

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