El Gobierno socialista de Benidorm que preside Agustín Navarroprobó este lunes la primera cucharada del sabor de la minoría que comenzó siendo agridulce y que puede terminar siendo amargo y atragantándosele de aquí a final de mandato. El pleno fue una demostración de que el PSPV ahora navega solo, para lo bueno y para lo malo, y que la oposición puede dar un golpe de timón a sus planes si así lo decide.
Por un lado, los socialistas tuvieron que comulgar con una enmienda del PP que no querían para poder aprobar su moción sobre el Paseo de Poniente y, por otro, se engulleron directamente una moción del PP sobre las bases de contratación de los interinos de la Policía Local, pese a que el secretario advirtió de que la aprobación de la propuesta no tenia validez jurídica. Pero los populares hicieron valer su superioridad numérica para dejar claro que sus votos ahora valen más que antes y que lo del rodillo del gobierno se ha terminado.
El PPpresentó por la vía de urgencia una moción en la que solicitaba que se modificaran las bases de la convocatoria de las 10 plazas para interinos de la Policía Local en la sección de playas. Atendiendo a las peticiones de la Junta de Personal, solicitaba que dichas bases incluyeran una prueba psicotécnica (que hasta la fecha no contemplaban) y que se retirara la posibilidad de convalidar las pruebas físicas a quienes las hubieran superado en la convocatoria del año pasado. Además, las modificaciones debían producirse «previo informe favorable de la Junta de Personal». La moción fue rechazada por el PSPV pero salió adelante porque, además de los populares, contó con el voto a favor de los tres concejales liberales después de conseguir que se incorporara una transaccional. Finalmente se retiró la obligatoriedad de incluir la prueba psicotécnica por cuestiones de tiempo y se aprobó eliminar las convalidaciones.
Sin embargo, como confirmó el secretario durante la sesión, la moción no es jurídicamente vinculante por cuanto que el pleno no tiene competencias para modificar dichas bases sino que es la Junta de Gobierno quien ha de hacerlo.
El portavoz popular Antonio Pérez, afirmó que se trababa de una«moción política» para que los distintos grupos se retrataran y el gobierno socialista lo acusó de «oportunismo y afán de notoriedad». Además, el acalde indicó que están a expensas de recibir los informes técnicos acerca de la posibilidad de convalidar o no las pruebas físicas.
Por otra parte el nuevo concejal de Urbanismo, Rubén Martínez, tuvo que aceptar que la mayoría popular le modificara, a través de una enmienda, el texto de su moción para exigir al Gobierno central que ejecute la segunda fase del Paseo de Poniente. Era eso o retirar la moción. Finalmente se tragó el sapo y se aprobó por unanimidad.
Fuente: elmundo.es
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