domingo, 31 de mayo de 2015

Ku Benidorm da comienza al verano junto a los estudiantes de toda la comarca

El pasado 29 de mayo tuvo lugar en La Terraza de Ku Benidorm las orlas de la generación del 97, donde tanto los graduados de la quinta, como asistentes de diversidad de edades, bailaron, cantaron y saltaron y, sobre todo, disfrutaron de la mejor música del momento de la mano de JP Candela, Les Castizos, Dani Wallace, Antony Vercher o DJ Xélix entre otros. Esta fiesta edición Ocean Partie, no defraudó a nadie, y volvió a llenar las dos salas preparadas para la cita con los jóvenes de los institutos Beatriu Fajardo De Mendoza, Pere María, Bernat de Sarrià, Lope De Vega y Mediterranea. La mayor fiesta de graduación jamás contada se vivió en Ku Benidorm. 



Rodrigo Quesada / @Quesadacid

jueves, 28 de mayo de 2015

Del porqué renovar UPyD

Hace unos días hubo una noticia que pasó tristemente inadvertida, o casi, para la prensa española. Y eso es malo, pues se trataba de una noticia importante; de las que tienen que ver con nuestro presente y, sobre todo, con nuestro futuro. Pero, al menos, nos siguen quedando las redes sociales para poder informarnos medianamente bien y, gracias a las mismas, muchos de nosotros pudimos tener el privilegio de enterarnos de la nueva. Y es que, ya sabrán muchos de ustedes que durante casi más de un año, un servidor trabajó noche y día por el gran proyecto de UPyD en su ciudad, en Benidorm. Una labor que, junto a un gran equipo de personas, preparadas y profesionales, puedo decir con orgullo y satisfacción que logramos un magnífico resultado en nuestra localidad en las pasadas elecciones europeas, donde Unión, Progreso y Democracia se postulaba como tercera fuerza en el municipio benidormense, rondando la cifra de dos mil votos. Era -y lo digo en pasado- un proyecto que ilusionó a muchos españoles. Tal fue la magnitud de esperanza, que UPyD logró cuatro eurodiputados, o lo que es lo mismo; un millón de españoles que depositamos en las urnas nuestra confianza hacia la formación magenta. Pero desde las europeas hasta las municipales ha llovido mucho, y a cántaros. Decidí abandonar la formación el pasado enero si no recuerdo mal, por diversidad de errores, tanto a nivel nacional como local y, por lo tanto, el resto ya es historia. 

Pero tras el gran varapalo de UPyD en estos comicios locales, ya sólo quedaba desaparecer o rehacer desde las cenizas de este ave fénix. Y parece ser, que como luchadores natos que han sido y son los magentas, pretenden regenerar el propio UPyD desde su esencia. Con Irene Lozano a la cabeza y con la fecha clave del once de julio, donde se dará lugar el Congreso Extraordinario de UPyD, éstos procurarán desde el ADN magenta rehacer la formación desde la más pura democracia interna que siempre, o mejor dicho, casi siempre; ha reinado en Unión, Progreso y Democracia. Para quien no lo sepa, dicho partido político nacía allá por el 2007 con el propósito de romper el corsé del bipartidismo -cosa que a día de hoy se ha conseguido, aunque otros se hayan llevado el mérito- y con unas bases muy claras: transparencia, democracia interna, justicia despolitizada, acabar con el Estado Autonómico... Una serie de conceptos e ideas que, en la actualidad, se las han apoderado todos y cada uno de los nuevos, de los que se hacen llamar renovadores y ya acarrean años en política bajo otras formaciones. Además, hay que valorar el gran trabajo que ha realizado el partido político, descubriendo, por ejemplo, grandes tramas de corrupción como el caso Bankia o las famosas tarjetas black

En definitiva; UPyD ha sido un proyecto político, de los pocos, que ha conseguido ilusionar a la ciudadanía, que a la par no ha sabido consensuar y dialogar a la hora de pactar cuando era el momento idóneo -tal vez por falta de experiencia política de unos y por intereses de otros- pero que, de una forma u otra, tal vez dotando de aún más libertad y democracia interna como se está proponiendo desde la página web oficial de los Renovadores de UPyD; menester que me alegra y les invito a que también participen en la refundación de este gran proyecto, donde además, destaco la gran acogida que está recibiendo con una mayúscula participación de los que siguen siendo de UPyD y de los que, en su día, lo fuimos. Pero es cierto, que antaño, faltaban detalles. Pinceladas como que los afiliados pudieran decidir y votar toda la lista electoral y no sólo el cabeza de cartel, o por el contrario, mejorar la comunicación y marketing del partido, cosa que ha echado en falta siempre. 

Y qué quieren que les diga. A mi, sinceramente; me han vuelto a ilusionar. Porque si hay un sólo proyecto en suelo español -que como dirían los más antiguos del lugar- puede levantar España, ese es UPyD. Pero primero debe levantarse a sí mismo, desde una renovación real como se está trabajando y pretendiendo, con la colaboración y participación de todos los afiliados, simpatizantes e incluso de los "ex-UPyD". Parece ser que UPyD vuelve a ser un proyecto que vale la pena.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

martes, 26 de mayo de 2015

A camino largo, paso corto

Siempre lo he dicho, y lo mantengo. A camino largo, paso corto. Y así hemos comenzado esta carrera hacia el cambio definitivo en nuestra ciudad. Saben que, en el día de ayer, servidor escribía un primer análisis sobre los resultados de estas elecciones pasadas. No obstante, hoy toca ser un tanto más cauto y discurrir sobre cuando llegará, al fin, el cambio en Benidorm y comarca.

Créanme que, las instituciones, los ayuntamientos, la política; no se modifica de la noche a la mañana, ni en una sola legislatura, sino que es un proceso largo y farragoso a la par. Por ello, y tras desgranar los resultados de estos comicios municipales, hay que ser conscientes de lo que nos depara. Dicho en corto: una etapa de purgas, de depuraciones sistemáticas, de pulcritud general en la cosa pública. Cuatro años de limpieza. En primera instancia y de mayor trascendencia es que, la escena urbana de Benidorm recupere su esplendor tras un buen lavado de cara a nuestras aceras, avenidas y calles. Por otro lado, en lo que se refiere a gestión, debemos de despojarnos del gran peso que cargamos a las espaldas con la deuda monumental que acarreamos. Pero el pago de ésta también será lento, de un goteo constante para que, en la legislatura venidera no exista tal deuda o esté reducida en gran parte. Pero, sobre todo, hay que limpiar nuestro Ayuntamiento de políticos achacosos, incompetentes y corruptos que han gobernando en nuestra ciudad y pretenden seguir viviendo de la sopa boba. Una vez conseguida esa purificación tan necesaria de las instituciones, ademas de la reducción de la deuda y el aseo de nuestras calles, tendremos la ocasión de, en la segunda legislatura, culminar dichas tareas mencionadas definitivamente.

Y ya habrán pasado ocho años. Y tal vez, y solo tal vez, existirá la posibilidad de comenzar a realizar ciertos proyectos que den un aire renovador a la ciudad, donde infraestructuras como el Centro Cultural, el Hospital de Benidorm o instalaciones deportivas de mayor calidad serán una realidad, si el asunto no se nos trunca. Apartando la diversidad de proyectos realizables en esta tercera legislatura, llegaríamos a la culminación del cambio. Es decir, una cuarta legislatura en la que, por un lado se daría lugar gran parte de las inauguraciones de las infraestructuras y proyectos constituidos e iniciados en la tercera y, por lo tanto, en estos cuatro últimos años donde se podría concebir y consumar el cambio total, daría comienzo la ocasión de arrancar con extraordinarios propósitos, proyectos y tareas que harán recuperar la grandeza de nuestro Benidorm de antaño.

Pero ya ven que, no es coser ni cantar, y saben ustedes mejor que yo que el tiempo trae las cosas nuevas, y el tiempo las hace viejas y se las lleva, aunque muchos quieran resistirse y anclarse a un sillón de por vida. Son dieciséis los años que necesitamos para que se produzca y se ultime el cambio en Benidorm, e incluso más; siempre lo dije. Hemos conseguido en estas elecciones activar la palanca que abrirá la puerta del cambio, pero hay que ser pacientes. Roma no se hizo en un día, tampoco La Nucía que es el mayor ejemplo de evolución y cambio en una localidad, donde han hecho falta 12 años de mucho trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación por el pueblo, y eso sin contar aún lo que falta por hacer -parecerá mentira, pero aún Bernabé Cano y su equipo nos tienen preparados infinidad de fantásticos proyectos-.

Sean pacientes y confíen en el cambio. Más tarde o más temprano llegará. Pero, la única forma de que se produzca es si nosotros, los votantes, los soberanos; escogemos con coherencia el cambio que queremos y necesitamos. Aún queda mucho por hacer. Pero a camino largo... paso corto.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

lunes, 25 de mayo de 2015

Unas elecciones a la española

Y llegó el día 25. Y, con él, la diversidad de resultados electorales. También las especulaciones sobre los posibles pactos de unos y otros. Pero hoy prima hablar sobre las conclusiones de estos comicios. Y qué quieren que les diga. Me siento triste. No por el resultado logrado en Benidorm, sino más bien por los desenlaces que pueden acarrear los mismos en las diferentes poblaciones. Y es que el panorama asusta. Y mucho.

Era la oportunidad histórica. Esa en la que podíamos dejar en la cuneta -políticamente hablando- a los mismos de siempre. Pero no. En vez de ello, hemos escogido renovarles por cuatro años más, como si corriésemos un tupido velo. Nos ha dado igual la corrupción, el paro, la pésima escena urbana con la que lidiamos, el turismo de baja calidad, las veces que nos han mentido; ha dado igual. Y así lo vemos reflejado, en primera instancia, en Alfaz Del Pi.  Un pueblo donde, nuevamente, ha elegido una legislatura socialista más y, emulando a los andaluces, han vuelto a votar a lo mismo y a los mismos. Un municipio donde, desde que Vicente Arques llegó al poder, el paro ha aumentado a raudales hasta llegar al incremento de un 265%, o lo que es aún más claro; de la cifra de 448 desempleados, a día de hoy son más de 1.100 los parados en l´Alfàs. Y por no mencionar las falsas promesas sobre el Centro de Día, el Hogar del Pensionista o la infinidad de imputaciones dictadas al equipo de gobierno, entre otras cosas. Pero cambiemos de tercio. 

Dejando de lado el voto emitido a los anclados a la política, al bipartidismo, a PP y PSOE, el voto otorgado al "cambio" ha sido aún peor de lo que esperaba. Hemos vuelto a demostrar que somos españoles. Y, como tales, actuamos a base de cadalso y navaja, a sangre y odio. Y cuando hablamos de cambio, en vez de votar a los sensatos, a los coherentes y moderados, nos sumamos al voto de la moda. Sí, nos subimos a la ola cuando ésta se encuentra en la cresta como grandes oportunistas que somos. Quien optó por Podemos votó por Pablo Iglesias y no por el candidato que se presentaba en su localidad -si es que había candidatura- o provincia. Y lo mismo con Albert Rivera. Pero son las modas y en suelo español acudimos a ellas cual rebaño de ovejas guiadas por el pastor. Pero el asunto sigue acrecentando sus males. El que decidió no votar a lo cool, a lo chic, a lo que se lleva ahora, prefirió al menos, en la Comunidad Valenciana, a Compromís. Y no es que tenga nada contra esta formación, pero ya saben ustedes que aborrezco los radicalismos y, como buen amante del valenciano como idioma, de las costumbres, virtudes y tradiciones de La Terreta, como hijo de aquí, me causa pavor que el catalanismo radical hecho partido cale en tierras valencianas. Pero así lo ha escogido el pueblo y sobre todo nuestros jóvenes, ya que los mayores aún siguen con las ideas fijas -la gran mayoría de ellos- y a estas alturas solo vale para ellos su partido de toda la vida. Pero así es la democracia. Un avance bienintencionado que a día de hoy se nos queda obsoleto, ambiguo y achacado a pesar de la corta vida de ésta.

Pero como a un servidor siempre le agrada sacar la parte positiva de todo, hasta de lo malo, me quedo con el gran resultado obtenido en Benidorm que, a pesar de los truhanes que han conseguido representación como paracaidistas de última hora poco democráticos por su forma de llegar a unas elecciones y el respaldo aún mayoritario de PP y PSOE, a la par destaco la gran pérdida de votos de estas dos formaciones y escisiones como el caso de Liberales que, sumando el número de votos de estos tres en 2011 que rondaban la cifra de 24.000, en estas elecciones municipales han perdido casi 10.000 apoyos y respaldos en las urnas. Y claro está que lo más fructífero de estos comicios ha sido la irrupción de Ciudadanos Por Benidorm como tercera fuerza política y con vigor. Aunque, ya saben. Creo haberlo dicho con anterioridad, incluso en el título. Como buenos españoles, somos truhanes, pícaros, bribones; así lo marca nuestra historia y así lo seguimos demostrando. Mientras en el S.XVIII Europa progresaba en este gran siglo de luces, España seguía persiguiendo el arcaico absolutismo y luchando por él. En pleno 2015 aún seguimos con los mismos ideales caducos y desfasados. Pero luego no se quejen por la coyuntura actual, si los mismos han vuelto a ser elegidos por nosotros tendremos lo mismo, somos los soberanos y como tales hemos vuelto a preferir seguir a la cola del progreso y el avance, hemos vuelto a elegir a los corruptos y a los gañanes. Lo hemos vuelto a hacer, como buenos españoles.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

jueves, 14 de mayo de 2015

Tiempos de cambio

Si me preguntasen hará un par de semanas, no hubiese respondido lo mismo. Es más, incluso, en el programa de radio de servidor, junto al gran e inconfundible Pepe Martín, tuve ocasión de analizar la coyuntura actual política. En aquel programa, recuerdo que ambos, auguramos un gran resultado para Ciudadanos Por Benidorm, único partido local benidormense que ha conseguido ilusionar a la ciudadanía. Pero, créanme. Me equivocaba.

Fue un desacierto ya que, como bien sabrán ustedes, en estos últimos días el maremágnum de críticas destructivas, calumnias y ataques directos a CBM y, sobre todo, al candidato a la Alcaldía del partido político, Leopoldo Bernabeu, han sido cuantiosas; intentado por activa y por pasiva, derrumbar un proyecto con tanto tiempo de trabajo a las espaldas y con grandes gentes detrás del mismo. Y ante la reacción de los verdaderos protagonistas de este burdo juego que, por regocijo de servidor y de todos, termina este 24M por la noche, uno piensa en lo que se dijo en aquel programa de radio y, sí; erré en aquel pronóstico donde a Ciudadanos Por Benidorm le otorgaba un gran resultado. Pero no me malinterpreten. Déjenme explicarles, despacito y con buena letra como diría algún profesor de antaño que me impartió clase en su día.

Y hablando de profesores. Recuerdo en especial a uno de ellos -más bien, a diversidad de ellos-. Siempre he sido y soy un amante de la historia en sí. La utilidad de ésta ha sido un punto de inflexión importante en mi vida para muchas tomas de decisiones ya que, la historia siempre es el reflejo de lo que hoy en día somos, de lo que fuimos en el pasado y, como no, de que no debemos hacer en un futuro. Pero, sin irme por los cerros de Úbeda. Aquel tutor del que les hablo, Manu en cuestión; fue uno de los pocos, de los muy pocos que logró mostrarme el gran momento histórico del S.XVIII, de aquel siglo de las luces; de progreso, de lucha contra lo establecido, de cultura, de cambios. Y recuerdo con mucho aprecio y cariño una de las primeras clases que impartió en el centro ya que, él por aquel entonces era de los nuevos. Dejando de lado sus formas juveniles y cercanas, en dicha lección explicaba que los historiadores consideraban que el cambio de época se producía en cuánto la economía, la sociedad, la cultura y, en última instancia, la política cambiaban. Pero, es más, también recuerdo con mucha estima y afecto a la que fuese antaño de mis mejores maestras de lengua española, de las de rompe y rasga; de las que te enseñaban castellano desde la esencia del castellano. Ésta, Charo Moya en concreto, decía que, las personas desde que se forjan como tales, cuando consiguen el grado suficiente de madurez, crean o se adaptan a diversidad de principios, ideologías y tendencias y, que hasta el día que mueren, mantienen su forma de pensar.

Ya en su día, debido a estas explicaciones, tuve que sentarme a reflexionar por lo mencionado. Pero a día de hoy, la reflexión es mucho más honda que la de antaño. Los cambios económicos que explicaba mi profesor de historia se están llevando a cabo, véase como ejemplo el marketing multinivel, el trabajo desde casa o el mercadeo de redes. En cuanto a lo cultural, cada vez sufrimos más y más cambios, con eso a lo que hoy en día llaman arte digital o geoarte. Y si hablamos de lo social, solo hace falta salir a la calle para entender que la sociedad pide cambios radicales a gritos, aunque la radicalización, lo extremo, lo drástico, nunca es bueno. Por último, el único cambio que aún nos queda por presenciar es lo político. Esa materia tan degradada con el paso del tiempo que, el próximo 24 de Mayo cambiará. Y lo escribo con firmeza. Estas elecciones municipales son distintas, muy distintas. Y un servidor que pisa la calle a diario, escuchando a nuestros ciudadanos, sabe de primera mano que los benidormenses abogan por el cambio en nuestra ciudad. 

Déjense de encuestas, pronósticos y análisis. El 24 de mayo venidero por la noche lo verán. Benidorm clama por un cambio y, sin duda, quien está representando dicho menester es el partido de Leopoldo Bernabeu, al que, si la cosa sigue igual en las calles, más de uno y más de dos, se van a llevar una grata sorpresa. 

Me equivoqué. Sí. Pero porque me quedé corto. La ilusión, la esperanza y la confianza está reflejada, sin duda alguna en Ciudadanos Por Benidorm que, reitero; si la tesitura sigue tal y como está, ganará las elecciones.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

miércoles, 6 de mayo de 2015

La cercanía de quien aspira a ser político

Decía Montesquieu que para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella, y razón no le faltaba. Últimamente, debido al ajetreo generalizado por la diversidad e infinidad de actos políticos celebrados antes del inicio de campaña, las conclusiones que uno saca son aterradoras. Dejando de lado el discurso repetido en todos y cada uno de los eventos; que si renovación, regeneración, transparencia, gestión eficiente, creación de esto y lo otro, y haremos o dejaremos de hacer lo del más allá; finalmente, las ilusiones de servidor, dicho en corto; hacen pensar que Benidorm seguirá por el puto suelo como hasta ahora. Y no me malinterpreten. Venimos arrastrando ya más de dos décadas a las espaldas a los mismos de siempre con las mismas promesas de toda la vida. Pero este es un hecho que ya saben. 

Lo preocupante, lo calamitoso y desastroso no es ya solo, lo asiduo que se ha convertido para nuestros políticos la promesa barata y demagógica, lo opaca que ha sido la gestión de unos y otros o la falta de preparación de muchos que saltan a la palestra ahora desde el sector ciudadano, intentando luchar en el arduo campo de la política para defender sus derechos; cosa que no me parece mal, pero para gobernar un Ayuntamiento hace falta algo más que un grupo de personas interesadas en el cambio en su ciudad. Realmente, lo preocupante en esta campaña electoral, está siendo la falta de cercanía de quien se presenta a unas elecciones electorales únicas. Donde el descontento campa a sus anchas, donde por doquier no se quiere hablar de política, donde la desidia y el hastío reinan allá por cada ápice de la ciudad. La importancia de que, un líder, el cabecilla de turno que lidera una formación política, se pasee por las calles de Benidorm como un ciudadano más, sin aires de superioridad, es un menester que echamos de menos en esta precampaña. Un alcaldable que, a la hora de comer; sin pudor alguno, se siente en la mesa de cualquier bar de la ciudad; mostrando cercanía. Un candidato que escuche de verdad y no haga oídos sordos a las peticiones de su gente. Un hombre o mujer que aparte el atril, y con absoluta proximidad hable de tú a tú con sus vecinos, sin mediadores ni  eventos, cara a cara y en el mejor escenario posible; en Benidorm. Alguien que sea realmente de la calle, de nuestras calles; ya que, la proximidad, ese adjetivo tan importante que se encuentra en entredicho gracias a nuestros políticos, si por el contrario, primase en los mismos, conllevaría a que la ciudadanía confiara en la persona, por sus hechos, por su humildad, por ser llano y campechano; no por su palabrería y labia, ni por su capacidad intelectual, ni si quiera, por su hambre de un cambio radical en Benidorm. 

Aún siguen nuestros políticos -con alguna excepción que otra- creyendo que están por encima de la gente, cuando realmente, como decía el gran Montesquieu, hay que estar con ella. Falsedades y caretas fuera, vengan de frente y demuestren quienes son realmente. No necesitamos más engaños, ni cuatro años más lidiando con la coyuntura que nos viene azotando desde el 78 ni con la tesitura de encontrarnos a un alcalde de despacho cerrado a cal y canto en la legislatura venidera. No siempre se necesita un hombre que sólo sea capaz de gestionar, administrar o mandar, sino que, a veces, lo que se necesita es una mano que nos sostenga, un oído que nos escuche y un corazón que nos entienda.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

viernes, 1 de mayo de 2015

Hablemos claro

Hablemos claro. Fue todo un éxito. Pero hablemos aún más claro. Más de uno salió jodido tras ver las fotografías del acto que corroboraban la notoriedad de un partido político que, apenas un par de años atrás prácticamente no existía. Todo hay que recordarlo. Ciudadanos Por Benidorm está siendo a día de hoy la formación política con mayor cercanía, con el talante necesario que requiere la situación y con el énfasis que, tanto unos como otros, ya sea por intentar hundir el proyecto -que muchos han y siguen intentando- o bien, por hacer de ésta empresa, una mucho más grande y victoriosa. 

Pero en fin, no venía a echar flores precisamente al partido que lidera Leopoldo Bernabeu,
ni mucho menos. Más bien, tocaba escribir para sosegar a más de un embaucador hedonista con argumento falaz que intentaba confundir al benidormense, o por el contrario, desinformar como hacían la inmensa mayoría de medios de comunicación que, sin duda alguna, acrecentaban el número de asistentes a los actos de presentación de sus amos y, a los otros; a los justos, los honestos, a los que son partidarios de la verdad y sinceridad, vetaban sin escrúpulo alguno, dejando en el olvido y en la indiferencia a un partido político que en la actualidad está levantando la esperanza y el anhelo de cambio en Benidorm. Pero ya saben, a los vanidosos, a los arrogantes, a los interesados que viven pendientes de un clavo ardiente, ya que el chollo se les acaba el próximo 24 de Mayo, necesitan hacer todo y más para arañar cualquier voto posible y, si por ello se necesita mentir, pues se hace. Total, lo llevan haciendo ya más de un par de décadas. A ellos les da igual. Una campaña más plagada de falacias y embustes frecuentes en año electoral es de lo más usual para los anclados al sillón, a los perpetuos de la política.

Pero como ya dije en más de una ocasión, este año toca decir basta en más de un ámbito de nuestras vidas. Y vuelvo a decirlo. Basta. Seamos veraces y serios. Ayer, Ciudadanos Por Benidorm con su candidato a la Alcaldía a la cabeza, consiguieron un aforo casi completo en el Benidorm Circus, rondando la cifra de casi setecientas personas que se trasladaron hasta las instalaciones del circo en diversidad de medios de transporte, ya que sepan que, no es lo mismo acudir a un acto en el Anfiteatro Oscar Plà, al ladito de casa; que tener que coger el coche y desplazarse. Además, servidor sabe a ciencia cierta, que más de uno de los asistentes al evento de ayer del PSOE, debía de hacer acto de presencia por el ruin caciquismo aún instalado en suelo benidormense, al igual que muchos de nuestros vecinos no quisieron que se les viese en la presentación de Ciudadanos Por Benidorm por las represalias que les conllevarían por parte de más de un vividor del cortijo.

También están los que, no sólo aumentan un tanto la cifra de espectadores a sus presentaciones como candidatos a la Alcaldía de nuestra ciudad, sino que los inventaban desmesuradamente, teniendo el desdén y la desfachatez de asegurar que fue exactamente la cifra de un millar de asistentes al acto de los liberales. Permítanme la frivolidad, pero no se lo creen ni ellos mismos, ni los setecientos afiliados que afirman ostentar hasta la fecha.

Desasosiego en exceso, nerviosismo por doquier, pavor en cada ápice de sus cuerpos; temor, miedo, recelo y  sobre todo; pánico por los triunfos consecutivos que sigue sumando Ciudadanos Por Benidorm cada día, con cada ciudadano que da el paso hacia el cambio, dejando tirados en la cuneta a los mismos de siempre que intentan engañar con las mismas argucias de siempre. El próximo 24 de Mayo se acabaron las tonterías.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid